El arrack y el coco están tan indisolublemente unidos como el yin y el yang. Así como la sombra no puede existir sin la luz, no puede haber arrack de Ceilán sin coco. Y en lo que respecta al sabor, ambos se complementan a la perfección. Así es como los isleños autóctonos gustan de beber el arrack, en una tradición que se remonta a la época de sus antiguos reyes, cuando la bebida combinada se servía como bienvenida a los monarcas de las islas vecinas. La palabra “aliya” en Sri Lanka significa elefante.
